Carrasco Valley será ahora el nombre por el que se conocerá al «conventillo», un deteriorado edificio ubicado en Costa Rica y Rivera, en el corazón del barrio de Carrasco. La idea es reciclar la edificación, que está bajo protección patrimonial, y construir dos bloques más de cuatro pisos que sean idénticos al original, pero con un aire más contemporáneo desde el punto de vista arquitectónico.
Los planes no son generar espacios de viviendas, sino que se enfoca en oficinas en forma exclusiva. En tanto, en la planta baja se preverá oferta gastronómica y comercial abierta para todo el público, según lo que dijo una de las socias directoras, Ximena de Azpitarte.
Con una inversión estimada de US$ 22 millones quienes están al frente de Carrasco Valley, además de Azpitarte que dirige DAG Emprendimientos, son Carlos Lecueder –director del estudio Luis E. Lecueder- y Mauricio Levitin, uno de los directores de Altius Group. En tanto, también trabajan en conjunto Juan Diego Vecino Arquitectos y el estudio Gómez Platero.
De Azpitarte comentó que aún no tienen definido cuáles van a ser los planes concretos para cada uno de los espacios, pero sí prevén que sobre finales de 2022 y principios de 2023 Carrasco Valley pueda quedar inaugurado.
El lugar estaba ocupado por 42 familias y –luego de un proceso de casi dos años se logró realojarlas en diferentes sitios ubicados dentro de Montevideo. “Más allá del negocio, esto tiene la pata del impacto social y del aporte al barrio, porque la mejoría de esa cuadra va a ser muy significativa”, agregó de Azpitarte.
También se debió reubicar un destacamento de Bomberos, el cual se instaló al lado del Centro Cultural y Deportivo El Tanque Sisley.
Las conversaciones con las familias que estaban en la edificación, según la directora de DAG, se dieron en buenos términos. Contó que la idea siempre fue poder ubicarlas en un lugar mejor, para luego sí concentrarse en el proyecto como tal.
Actualmente, se está definiendo cuál será la empresa constructora, mientras que también delinean la mejor estrategia desde el punto de vista comercial y definen el modelo de negocio a seguir.
De Azpitarte comentó que ya existen potenciales clientes que demostraron interés, pero insistió en que aún restan algunos detalles por definir, para luego sí concentrarse en captar potenciales empresas que se quieran instalar en Carrasco Valley.
Adelantó que las oficinas están planeadas para que llegue cualquier tipo de empresa, ya que no se piensan enfocar en un ningún rubro específico. El metraje estará condicionado por la cantidad de espacio que precise el cliente.
De cara al corto plazo, el equipo espera avanzar para tener novedades concretas y así poder darle inicio a la obra.